Boletin 103

  • Carta de la Coordinadora: La donación de sangre en la sindemia: COVID-19

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    CARTA DE LA COORDINADORA: LA DONACIÓN DE SANGRE EN LA SINDEMIA: COVID-19
    Dra. Erkuden Aranburu

    Avanzando en el análisis de la situación actual ocasionada por la aparición del virus SARS-CoV-2 el pasado diciembre en la provincia China de Wuhan y la posterior declaración de la OMS de pandemia COVID_29 en marzo, creo muy interesante y acertado la lectura y reflexión de la editorial del Lancet, publicada en septiembre y escrita por Richard Norton.

    Cuando el mundo ya se aproxima al millón de muertos de COVID-19 es una realidad que estamos muy lejos de conseguir manejar el brote de este nuevo coronavirus. Todas las intervenciones se han dirigido a limitar la transmisión del virus controlando la expansión del patógeno. Pero lo que hemos aprendido hasta ahora nos dice que la historia no es tan simple.
    Explica cómo están interactuando dos enfermedades: el síndrome respiratorio agudo severo que ocasiona el coronavirus 2 y un amplio espectro de enfermedades no comunicables.
    La suma de estas enfermedades en este entorno de grandes diferencias sociales y económicas aumenta los efectos de cada enfermedad por separado.
    COVID-19 no es una pandemia. Es una sindemia. La naturaleza sindémica de la amenaza a la que nos enfrentamos nos exige una postura equilibrada si queremos proteger la salud de nuestras comunidades-.
    La noción de sindemia fue concebida en los años 1990 por el antropólogo americano Merril Singer. En 2017 junto con Emily Mendenhall y colegas argumentó que una sindemia pone al descubierto las interacciones sociales y biológicas que son importantes para el pronóstico, el tratamiento y la política de Salud.

    El artículo continúa, pero es en este contexto donde haciendo mío el concepto de sindemia veo que el esfuerzo de los Bancos de Sangre para conseguir componentes sanguíneos y hemoderivados, fundamentalmente estos por su escasez, alto precio y aumento constante de la demanda, debe de intensificarse para no dejar desatendidos a los millones de pacientes que nos necesitan.

    Es una realidad que las donaciones han disminuido con mayor o menor intensidad en todos los países y en todas las comunidades, pero a pesar de que muchas intervenciones y otras actuaciones que precisan soporte hemoterapico se han aplazado por esta nueva era COVID, las necesidades de los enfermos con patologías graves, que alcanzan en algunos casos el 40-50 % de consumo de nuestros productos, continúan y la posibilidad de fallecer se ha incrementado por tres en esta población de riesgo.

    Hay que insistir en que las medidas de seguridad y control que se han adoptado en los CT/BS de nuestro país son las requeridas y sometidas a los cambios pertinentes conforme se va teniendo alguna evidencia acerca del comportamiento de esta sindemia.

    En este sentido remarcar que: Hasta la fecha no se ha detectado ningún caso de COVID-19 transmitida por transfusión (Hemovigilancia), que no hay evidencia que indique que este coronavirus pueda transmitirse a través de una transfusión sanguínea (Investigación) y que las medidas de prevención dirigidas al personal, a los donantes y a mantener la seguridad de la sangre y de los CS son óptimas.
    A las conocidas medidas de protección de donantes /personal, cita previa, información específica si síntomas, movilidad de colectas…. Se añaden las aplicadas a las sangre y CS: reducción de patógenos en plaquetas y plasma, que eliminan un amplio espectro viral, incluido el SARS-CoV-2, cuarentena de CH (14 días antes de distribuir) e incidir en que la Hemovigilancia en este escenario juega un papel fundamental insistiendo en la notificación de infección por parte del donante para poder comunicar al receptor si realizó una donación antes de la aparición de los síntomas y vigilar su evolución.
    El confinamiento, la limitación de la movilidad, el número exacerbado de casos positivos y la abrumadora “información” ahora conocida con el neologismo de Infodemia que hace referencia a un exceso de información acerca de un tema, mucha de la cual son bulos o rumores que dificultan que las personas encuentren fuentes y orientación fiables cuando lo necesiten, ha hecho y está haciendo que muchos donantes no acudan por simple y vulgar “miedo”. Para revertir esta situación es imprescindible que se impliquen las autoridades para enviar mensajes positivos entorno a la donación: su necesidad y su seguridad.

    En este contexto es de agradecer el trabajo multicéntrico ORCETRASA, coordinado por Josefa D. Martín Santana acerca de las causas que conducen a una persona a no donar y que nos aporta lecciones muy interesantes.

    Este número incluye una felicitación calurosa y merecida a nuestro compañero y amigo Miquel Lozano por su reciente nombramiento como Editor Jefe de la prestigiosa revista “Vox Sanguinis” de lectura, me atrevería a insinuar, casi obligatoria para los profesionales que trabajamos en el campo de la donación y la transfusión.

    El equipo de la Dra. Lopez Soques nos envía un trabajo meticuloso y demostrativo de que la Hemovigilancia tiene mucho que aportar. Hay que detectar los errores, analizar las causas y poner los medios para que nos e vuelven a repetir. Lo que es de tanta importancia a nivel local tiene mucha mayor trascendencia cuando la suma de las comunicaciones ayuda a tomar decisiones de mayor calado.

    Por otra parte, el Dr. Eduardo Muñiz-Diaz actualiza la situación de los CH de fenotipos raros que vine ayudando de forma incontestable a la mejora de la práctica transfusional

    Una última referencia a las recomendaciones de la OMS para establecer programas de plasmaferesis con el objetivo de conseguir el auto abastecimiento de PDMP (Plasma Derived Medical Products). En este sentido estas son los datos que maneja.

    “Solo 55 de los 171 países que han respondido a la encuesta producen Productos derivados del plasma (PDMP) por medio del fraccionamiento realizado al plasma recolectado en su país. 90 países importan todo los PDMP, 16 países no emplean estos productos y 10 no responden
    Es responsabilidad de los Gobiernos asegurar un depósito de PDMP suficiente y equitativo, especialmente Inmunoglobulinas y factores de coagulación para prevenir y tratar una gran variedad de enfermedades graves en todo el mundo” World Health Assembly resolution WHA63.12

  • Hematíes de fenotipo “raro” en España: actividad 2019 y estado actual (Abril 2020)

    Hematíes de fenotipo “raro” en España: actividad 2019 y estado actual (Abril 2020).

    E Muñiz-Diaz1, ML Ayape2, M Adelantado3, L Larrea4, I Lucea5, M Pérez-Vaquero6, F Puente7
    1:Banc de Sang i Teixits de Cataluña, 2: Banco de Sangre de Navarra, 3: Axencia Galega de Sangue, Órganos e Tecidos, 4: Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana, 5: Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, 6: Centro Vasco de Transfusión y Tejidos humanos, 7: Banco de Sangre y Tejidos de Aragón7.

    En la Tabla 1 se muestran los fenotipos de las 1115 unidades criopreservadas con fenotipo “raro” (Abril 2020) conservadas en el Banc de Sang i Teixits de Cataluña, en el Centro de Transfusión de Galicia, en el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, en el Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana y en el Centro Vasco de Transfusión. A estos Centros se suman el Banco de Sangre de Navarra y el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón aportando donantes con fenotipos raros. En el último año 7 unidades más se han añadido a la lista de las unidades criopreservadas que fueron reportadas en 2019.

    En la Tabla 2 se muestra la relación de donantes con fenotipo “raros” reportados por los mismos centros de transfusión que conforman el “Grupo de trabajo de hematíes de fenotipo poco común de la SETS”. Actualmente la relación incluye un total de 966 donantes susceptibles de ser convocados en situaciones de urgencia. El perfil de los fenotipos representados es amplio, destacando por su mayor prevalencia los fenotipo cellano negativo (54% de los donantes) y Lu(b-) (14%), y por su rareza los fenotipos U negativo en 6 donantes, -D-/-D- en 3 donantes y Bombay en 1 solo donante.

    En el presente informe también se incluye la actividad desarrollada en el curso del año 2019 que consistió en la distribución de un total de 110 unidades de fenotipo poco común (24 descongeladas y 86 frescas), cuyo fenotipo concreto y grupo ABO se muestran en la Tabla 3. Como es habitual, el número de unidades frescas suministradas (78% del total) supera notablemente al de las unidades descongeladas (22%).

    Finalmente, queremos recordar que esta misma información puede consultarse permanentemente en la página web de la SETS, así como el procedimiento para la solicitud de unidades de fenotipo raro y los correspondientes formularios de solicitud de unidades y de confirmación de la recepción de las mismas.

     Tabla 1. Relación de las unidades de fenotipo raro criopreservadas en España (Abril 2020)

    ISBT

    Fenotipo

    A+

    A-

    O+

    O-

    AB+

    AB-

    B+

    B-

    Total

    KEL:-2

    KK

    34

    21

    82

    80

    1

    218

    KEL:-4

    Kp(a+b-)

    29

    4

    32

    67

    2

    6

    140

    LU:-2

    Lu(a+b-)

    15

    7

    81

    73

    1

    177

    LU:-1,-2

    Lu(a-b-)

    10

    2

    12

    PP1Pk-

    Tj(a-)

    16

    44

    2

    21

    83

    VEL:-1

    Vel -

    8

    7

    20

    16

    1

    52

    FY:-1, -2

    Fy(a-b-)

    7

    9

    35

    49

    1

    101

    JK:-1, -2

    Jk(a-b-)

    5

    3

    8

    CO: -1

    Co(a-)

    9

    10

    43

    10

    72

    DI:-2

    Di(b-)

    30

    30

    YT:-1

    Yt(a-)

    9

    5

    19

    12

    45

    JR:-1

    Jr(a-)

    7

    8

    8

    13

    36

    JMH-

    JMH-

    6

    2

    8

    LAN:-1

    Lan -

    2

    5

    2

    9

    MNS:-3,-4

    S- s-

    1

    7

    4

    1

    2

    15

    MNS:-5

    U-

    1

    9

    4

    2

    16

     

    Bombay(Oh)

    5

    5

     

    r’r’

    4

    38

    42

     

    r’’r’’

    8

    12

    20

     

    Rz Rz

    5

    9

    14

     

    -D-/-D-

    8

    4

    12

       

    1115

     

    Tabla 3: Relación de unidades de concentrados de hematíes con fenotipos raros que se distribuyeron durante el año 2019 en España. La relación incluye tanto los hematíes descongelados como los frescos.

    ISBT Fenotipo Descongeladas Frescas TOTAL
    KEL: -2 KK 38
    KEL: -4 Kp (a+b-)
    LU: -2 Lu (a+b-) 23
    PP1Pk  neg Tj(a-) 2 1
    VEL - Vel - 2
    FY: -1, -2 Fy (a-b-) 7
    CO:-1 Co(a-)
    DI: -2 Di (b-) 2
    YT: -1 Yt (a-) 13 9
    JR: -1 Jr (a-) 2 4
      r’r’
      r’’r’’ 1
      -D- /-D- 1
      Rh nulo
    Bombay (Oh) 5
    TOTAL            24 86 110

     

     Tabla 2. Relación de donantes con fenotipo poco común en España (Abril 2020).

     

  • La importancia del proceso de recogida de componentes sanguíneos en el Servicio de Transfusión: Una llamada de atención en Hemovigilancia

    LA IMPORTANCIA DEL PROCESO DE RECOGIDA DE COMPONENTES SANGUÍNEOS EN EL SERVICIO DE TRANSFUSIÓN: UNA LLAMADA DE ATENCIÓN EN HEMOVIGILANCIA

    Autores
    Mercedes López Soques (1,2) y David Gómez Vives (1)
    1. Comisión de Hemovigilancia de Cataluña, Departamento de Salud
    2. Grupo de Trabajo de Hemovigilancia de la SETS
    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Exponemos 3 casos de error que han sido notificados recientemente a la Comisión de Hemovigilancia de Cataluña desde distintos hospitales.  Su descripción y análisis pueden resultar útiles para mejorar la seguridad transfusional, ya que corresponden a un tipo de error frecuente, pero poco comunicado, como es el error en el proceso de recogida de componentes. De hecho, en 2018, el sistema británico de Hemovigilancia SHOT mostró que en el capítulo de casi incidentes de administración, el error inicial más frecuente en la cadena de errores fue el error de recogida (Collection), en un 35% de casos. El error en la recogida constituyó también el error primario en un 31,3% de los incidentes de administración en el área clínica (1).  Prevenir el error en su origen constituye la mejor política preventiva, y por ello, analizar las causas, por ejemplo mediante el “Análisis de Causa Raíz” (ACR), puede aportar claras oportunidades de mejora en esta fase de la cadena transfusional.

    CASO 1

    El día 31 de diciembre, el Servicio de Urgencias se encuentra desbordado. Una vez atendido el paciente del Box 5, el médico decide su ingreso en planta, por lo que pasa a ocupar su lugar una paciente de 85 años con evidentes signos de anemia. El médico de guardia la visita y le pauta la transfusión de un concentrado de hematíes (CH).
    El enfermero realiza la extracción a la paciente, le coloca el brazalete de seguridad y envía la solicitud con las muestras. Al cabo de 1 hora, el Servicio de Transfusión avisa que tiene la sangre preparada para su recogida.
    La auxiliar de clínica del Servicio de Urgencias, acude a la ventanilla del Servicio de Transfusión con la copia de la solicitud de hematíes, requisito fundamental para poder recoger componentes sanguíneos. Dicha solicitud lleva impreso un código de barras único. Se identifica en el registro disponible en la ventanilla y anota el Servicio, día y hora de la recogida.
    El técnico del Servicio de Transfusión lee el código de barras de la copia de la solicitud, accediendo así a la petición electrónica. Extrae el CH de la nevera, le da salida informática y lo etiqueta.
    En una caja de transporte coloca el componente sanguíneo, la lista de verificación (Checklist) etiquetada con nombre de la paciente para la identificación en cabecera y una tarjeta para realizar la comprobación del grupo ABO de la paciente. Devuelve la copia a la auxiliar y le lee en voz alta el nombre y apellidos que constan en la etiqueta de la bolsa. La auxiliar asiente, anota el nombre del paciente en el registro y se lleva la caja.
    Al cabo de 30 minutos el enfermero acude a devolver la unidad de hematíes perforada con el equipo de transfusión diciendo que no es de su paciente y que no ha iniciado la transfusión. Como se presenta con una nueva copia, se le entrega el CH del paciente correspondiente.
    En la investigación de los motivos de la devolución de sangre, el personal del Servicio de Transfusión intentó localizar al enfermero que había realizado la extracción a través de su firma y resultó tratarse de personal suplente que no volvía a trabajar hasta una semana más tarde. Se pudo acceder a su teléfono particular y se le solicitó que acudiera al Servicio de Transfusión.
    Al visitar el Servicio de Transfusión aseguró, y pudo confirmarse, que había realizado el “Curso online de Transfusión para nuevas incorporaciones”, como curso obligatorio de ingreso en la institución.
    Explicó que envió a la auxiliar de clínica a recoger la sangre con la copia de la petición del paciente atendido justo antes en el Box 5, sin comprobar el nombre. Tomó las constantes y al abrir la caja, utilizó la tarjeta de comprobación ABO incluida para realizar el grupo de la paciente y conectó el concentrado al equipo de transfusión sin rellenar antes la checklist que acompaña cada entrega de un componente sanguíneo. Al intentar registrar el concentrado en la historia electrónica del hospital obtuvo el aviso del sistema informático, que no aceptó el número de la unidad: “bolsa no pertenece a este paciente”, por lo que hizo las comprobaciones y acudió al Servicio de Transfusión.
    En el examen de este casi incidente se observa un error inicial en el que el enfermero entregó a la auxiliar la copia de la petición de un paciente atendido inmediatamente antes en el Box 5. Al registrar el componente, el sistema informático le avisó del error.
    Del ACR surgen las siguientes preguntas:
    1. ¿Por qué el enfermero no inició el procedimiento de administración del componente sanguíneo verificando con la checklist la identidad del paciente, tal como indica el programa de formación online? Por el contrario, inició el procedimiento con una serie de manipulaciones (insertar equipo, etc.) que debería de haber llevado a cabo posteriormente. La respuesta podría ser que el enfermero era recién graduado y aún no había ejecutado ninguna práctica transfusional.
    2. ¿Por qué el enfermero envió a recoger el CH con el documento de otro paciente? Según el propio enfermero, él no fue consciente del peligro al no percatarse que para organizar la recogida también es imprescindible la identificación del paciente y su copia de la solicitud de transfusión.
    3. ¿Por qué la auxiliar no se dio cuenta de que habiendo una mujer en el BOX 5, tuvo que anotar en el registro de recogida el nombre de un paciente de sexo masculino? Cuando fue interrogada, la auxiliar comentó que la recogida efectiva del CH la realizó otra compañera con la se cruzó de camino al Servicio de Transfusión, quien se ofreció a ayudarle. Por tanto, la persona que en realidad realizó la identificación ante el Servicio de Transfusión no conocía a la paciente.
    Las acciones de mejora que se llevaron a cabo fueron:
    1) Modificar el programa teórico online de formación de nuevas incorporaciones, haciéndolo más breve y directo,
    2) Formar en persona a todas las nuevas incorporaciones en sesiones flash, en grupos pequeños, incluyendo cómo organizar un proceso seguro de recogida. Esta tarea fue asignada al personal responsable de Hemovigilancia,
    3) Añadir una pregunta a la checklist que se entrega con cada componente: “¿Es tu primera transfusión? Llama al 1111 y te acompañaremos”, tarea también asignada al personal de Hemovigilancia, y
    4) Designar un responsable para retirar completamente toda la documentación de los pacientes trasladados a otras unidades o habitaciones. Esta tarea dependería de la supervisión de enfermería de cada servicio, quien indicaría dónde colocar toda la documentación restante.

     

    CASO 2


    A las 15:30, se solicitan vía telefónica desde Quirófano 2 unidades de CH para una paciente de grupo A, Rh(D) positivo, que son entregadas por el Servicio de Transfusión al celador de Quirófano tras mostrar una etiqueta identificativa de la paciente.
    A les 16:00, enfermería de Quirófano comunica que se han entregado unas unidades pertenecientes a otra paciente. Sin embargo, el Servicio de Transfusión confirma que los componentes entregados son conformes con la identificación de la paciente de grupo A, Rh(D) positivo.
    Al instante comunican que han transfundido uno de los CH destinados a la paciente de grupo A, Rh(D) positivo a una paciente de grupo O, Rh(D) positivo.
    El facultativo del Servicio de Transfusión comenta al equipo médico de Quirófano que la transfusión realizada es ABO incompatible. Se solicita el retorno de la unidad administrada, la unidad restante y una nueva muestra de la paciente. Se remarca la importancia de la identificación en cabecera antes de iniciar la transfusión.
    En la investigación del incidente se observa que, para solicitar los concentrados de hematíes desde Quirófano, utilizaron los datos del volante de trazabilidad de la paciente intervenida anteriormente; su hoja había quedado en Quirófano. El celador hizo la recogida presentando una etiqueta correspondiente a esta hoja, con nombre y apellidos de la primera paciente intervenida. Antes de iniciar la primera transfusión, en Quirófano se comprobó la concordancia entre el nombre y apellidos de la etiqueta de la sangre y los de la hoja de trazabilidad.
    Sin embargo, antes de transfundir el 2º CH, se compararon nombre y apellidos y número de seguridad transfusional de la etiqueta del CH con los brazaletes de la paciente (brazalete de ingreso y brazalete de Servicio de Transfusión) que no coincidían, detectando así el error.
    Las medidas inmediatas aplicadas consistieron en solicitar una muestra post transfusional para el estudio de una transfusión incompatible, redactar el informe del incidente, revisar el error con las supervisoras de enfermería de Quirófano y realizar un seguimiento del estado de la paciente. Además, se convocó una reunión de urgencia del personal implicado y el servicio de seguridad del paciente para poder consensuar medidas correctoras y prevenir posibles errores futuros.

    CASO 3


    A las 3:00 se recibe una llamada del personal de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para solicitar 2 unidades de CH con carácter urgente para un paciente de grupo AB, Rh(D) positivo.
    Ante la situación crítica del paciente, el personal de UCI reclama rapidez al celador y en el Servicio de Transfusión se le entregan las dos unidades sin demora.
    A los 15 minutos se recibe una llamada conforme, en realidad, las unidades de CH  que requerían eran para otro paciente de grupo 0, Rh(D) positivo  y que  los dos componentes  habían sido conectados, a la vez, en sendas vías del paciente. Se recuperaron las dos unidades y se calculó el volumen aproximado transfundido (unos 50 ml). Se solicitó una nueva muestra para realizar el estudio de incompatibilidad.
    En la muestra post transfusional, al realizar la prueba hemática no se observó una imagen de doble población, el título de hemaglutininas había disminuido y la prueba de Coombs Directo resultó negativa.
    En la investigación del incidente se constató que en el Box  de UCI donde fue ingresado el paciente O habían quedado olvidadas etiquetas identificativas del paciente AB, que fueron utilizadas para solicitar y recoger los componentes sanguíneos.
    El personal de UCI se puso en contacto con el Servicio de Transfusión, que se comunicó con el médico de guardia del Servicio de Transfusión.
    Las medidas inmediatas aplicadas consistieron en realizar el estudio de la incompatibilidad ABO, redactar el informe del incidente, realizar un seguimiento del estado del receptor y comentar el error con las supervisoras de enfermería de la UCI para consensuar las medidas correctoras más adecuadas.

    Discusión


    En todos estos relatos, ocurridos en instituciones hospitalarias diferentes, llaman la atención varias coincidencias que atañen particularmente al proceso transfusional de recogida de componentes. Los fallos detectados se pueden interpretar, aplicando la terminología de MERS-TM, Medical Event Reporting System, Transfusion Medicine(2) para clasificar los errores en Medicina Transfusional, de la siguiente manera. En primer lugar, estos casos comparten algunos errores humanos de verificación similares. El primero de ellos se produjo cuando el personal clínico entregó al personal sanitario encargado de la recogida del componente unos documentos de identificación (hojas o etiquetas) sin comprobar, previamente, si pertenecían al paciente tributario de la transfusión. El segundo error de verificación se produjo cuando, al llegar el componente al destino, el personal no utilizó el brazalete de identificación para asegurar la coincidencia con los datos del componente recibido.  Creemos que en estos casos subyace un error latente respecto a   la transferencia de conocimientos: en este tipo de errores, la institución no se ha asegurado de que el personal disponga de la formación adecuada para realizar correctamente la tarea que se le asigna.
    La solución de un error latente puede contribuir a reducir los errores humanos: así, respecto a la transferencia de conocimientos, hoy en día se cuenta con oportunidades de mejora óptimas para la educación del personal suplente y la formación continuada del personal habitual, como por ejemplo la formación en pequeños grupos (3) (que fue aplicada como acción de mejora en el caso 1)  o la introducción de técnicas de simulación. Estas estrategias educativas  pueden representar un estímulo al enfrentar al personal a situaciones de riesgo propias de la actividad transfusional y poder razonar o discutir, sin riesgo para el paciente, las mejores soluciones, y cuáles son las actuaciones correctas y cuáles no (4).
    Estos casos comparten también un error latente relativo a los procedimientos de las instituciones, por el cual es posible que en las habitaciones de UCI, urgencias y quirófano queden remanentes de la documentación y etiquetas de pacientes anteriores. Este fallo es muy interesante, ya que nos muestra que el error de recogida es evitable, y con un bajo coste, mediante una mejora del sistema de trabajo, que podría consistir en establecer un procedimiento específico de retirada de toda la documentación restante perteneciente al paciente al finalizar la atención sanitaria o el acto médico. Esta nueva política podría contribuir a la reducción de los errores debidos a la utilización de documentos de otro paciente, si bien es probable que, a raíz de la pandemia por COVID, en las instituciones sanitarias ya se hayan implementado protocolos exhaustivos de higiene que incluyen la eliminación de todo material perteneciente al paciente al finalizar el procedimiento.
    Finalmente, quizá se debería valorar, en estos centros, la presencia de un posible error latente relacionado con la calidad de los procedimientos. Se ha descrito que es frecuente que los protocolos no estén actualizados o incluso que no existan, que sean demasiado extensos o que no sean factibles.  Por ello se debería revisar (o elaborar) un protocolo de recogida en el que no se describa la tarea a realizar desde la teoría, sino que especifique, de forma precisa y simple, los cometidos que deben de llevar a cabo el personal de enfermería y de soporte. Tanto la revisión de los protocolos como del contenido del programa de formación online (que se realizó en el caso 1) pueden contribuir a mejorar la adhesión al protocolo de recogida y el cumplimiento del personal.
    Se ha cuestionado la utilidad de alguna de las medidas de seguridad previstas en uno de los centros: en el caso 1 se observó que la comprobación ABO en cabecera fue realizada hábilmente por el personal suplente pero no fue bien interpretada y no fue efectiva para detectar la discordancia de ambos grupos. La efectividad de esta medida de seguridad ha sido a menudo cuestionada, como muestran diversos estudios (5,6). Únicamente el registro en la herramienta informática permitió detectar el error a tiempo, al rechazar la unidad errónea por no corresponder a dicha paciente.
    De hecho, la ausencia de herramienta informática o de otra barrera adicional, tecnológica o no, como sería la aplicación del doble observador (7), derivó en dos incidentes graves por la omisión o ejecución errónea del protocolo establecido de identificación activa del paciente, pulsera de ingreso y pulsera con número de seguridad transfusional del Servicio de Transfusión en la cabecera del receptor. Actualmente se ha demostrado que las herramientas informáticas permiten reducir los errores de identificación (8) y es importante considerar el papel de la tecnología entre las acciones de mejora.  
    Finalmente, creemos que sería interesante hacer una revisión de nuestros datos de Hemovigilancia para determinar los episodios en que, tanto en situaciones de urgencia o emergencia vital, como en situaciones menos acuciantes, el proceso de recogida se realizó incorrectamente, originando incidentes y casi incidentes.  En todo caso, una auditoría a nivel comunitario podría mostrar si este proceso constituye un factor de riesgo a considerar, como en el Reino Unido (1) y si se debe reactivar el interés hacia este modesto pero importante eslabón de la cadena transfusional. Creemos que nuestro artículo puede contribuir a esta reactivación.

    Agradecimientos

    Agradecemos al Dr. Eduard Muñiz-Díaz la revisión del manuscrito.

    Bibliografía


    1.    Annual SHOT Report 2018. https://www.shotuk.org/wp-content/uploads/myimages/SHOT-Report2018_Web_Version-1.pdf
    2.     Identification and classification of the causes of events in Transfusion Medicine. Kaplan HS, Battles JB, Van der Schaaf TW, Shea CE, Mercer SQ.  Transfusion. 1998 Nov-Dec; 38 (11-12):1071-81.
    3.    https://www.mscbs.gob.es/gl/profesionales/saludPublica/medicinaTransfusional/congresos/JornadaUsoOptimoComponentesSanguineos/docs/Manual_Uso_Optimos.pdf
    4.    Mise en place d’une formation continue à la transfusion sanguine utilisant des techniques de simulation à l’hôpital d’instruction des armées Sainte-Anne. S. Ponsa, S. Tranzeata, N. Chastaigneta et al.  Médecine et armées. 2017;45,5: 579-588.
    5.    Reliability of bedside ABO testing before transfusion. Migeot V, Ingrand I, Salmi LR, Ingrand P. Transfusion. 2002 Oct;42(10):1348-55. doi: 10.1046/j.1537-2995.2002.00219.x. PMID: 12423520.
    6.    López Soques, Mercedes. Implementación del sistema hospitalario de Hemovigilancia y análisis de su impacto sobre la seguridad transfusional.Tesis. Universidad Autónoma de Barcelona. Departamento de Medicina. 2008.
    7.    Standards for Blood Banks and Transfusion Services, 32nd edition. https://marketplace.aabb.org/ebusiness/Marketplace/Standards-for-Blood-Banks-and-Transfusion-Services-32nd-edition

    8.    Electronic identification systems reduce the number of wrong components transfused. Murphy MF, Jayne Addison J, Poles D, Dhiman P, Bolton-Maggs P. Transfusion, 2019 Dec;59(12):3601-3607. doi: 10.1111/trf.15537.

  • Lessons learnt from easing COVID-19 restrictions: an analysis of countries and regions in Asia Pacific and Europe

    Lessons learnt from easing COVID-19 restrictions: an analysis of countries and regions in Asia Pacific and Europe
    Emeline Han, MSc † Melisa Mei Jin Tan, MSc † Eva Turk, PhD Devi Sridhar, PhD Gabriel M Leung, MD Kenji Shibuya, DrPH et al.
    Published:September 24, 2020DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)32007-9

    The COVID-19 pandemic is an unprecedented global crisis. Many countries have implemented restrictions on population movement to slow the spread of severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 and prevent health systems from becoming overwhelmed; some have instituted full or partial lockdowns. However, lockdowns and other extreme restrictions cannot be sustained for the long term in the hope that there will be an effective vaccine or treatment for COVID-19. Governments worldwide now face the common challenge of easing lockdowns and restrictions while balancing various health, social, and economic concerns. To facilitate cross-country learning, this Health Policy paper uses an adapted framework to examine the approaches taken by nine high-income countries and regions that have started to ease COVID-19 restrictions: five in the Asia Pacific region (ie, Hong Kong [Special Administrative Region], Japan, New Zealand, Singapore, and South Korea) and four in Europe (ie, Germany, Norway, Spain, and the UK). This comparative analysis presents important lessons to be learnt from the experiences of these countries and regions. Although the future of the virus is unknown at present, countries should continue to share their experiences, shield populations who are at risk, and suppress transmission to save lives.

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  • Nombramiento del Dr. Miquel Lozano Molero

    NOMBRAMIENTO DE MIQUEL LOZANO MOLERO

    Autor: Boletin SETS. Supervisión: Coordinadora Boletín.

    En esta época de incertidumbre, inquietud y confusión en la que nuestros hábitos profesionales, sociales y familiares se han visto alterados de forma radical e impensable, no podemos dejar de mantener el contacto y continuar, en la medida de lo posible, con nuestro compromiso de sostener la información actualizada entre todo@s.

    Por ello, en estos meses hemos ido incorporando a la web de nuestra sociedad aquellos documentos, artículos, referencias, links… que hemos considerado útiles para ayudar a adaptar las mayores medidas de seguridad para donantes, personal y productos destinados a la transfusión.

    Entre tanta noticia amarga, no queremos dejar pasar el nombramiento de nuestro compañero y amigo Miquel Lozano como editor jefe de la Revista” VOX Sanguinis” que es la publicación oficial de la ISBT (International Society of Blood Transfusion) y que podemos considerar la como la publicación de referencia en nuestra disciplina.

    A lo largo de la Historia de nuestra Sociedad han sido muchos los profesionales que han ocupado puestos de prestigio y han contribuido de manera fundamental al desarrollo de la Hemoterapia y de los Bancos de Sangre en nuestro País.

    Sería larga la lista, pero sus aportaciones, trabajo y dedicación están en el recuerdo y sobre todo se conservan en las páginas de los 102 Boletines editados por la Sociedad, en las ponencias de los 30 Congresos que ha organizado y en las publicaciones en “Blood Transfusion” la revista oficial de la SETS. Así como en la entrega en la prácitca diaria de su trabajo.

    Un breve análisis de la evolución de la donación y de la transfusión en los últimos treinta años nos da una idea del desarrollo que ha experimentado esta especialidad y los niveles de calidad tan exigentes a los que está comprometida.

    Es evidente que este relevante progreso ha sido gracias al esfuerzo de aquellos que nos precedieron.  Es muy sugerente y resulta muy apropiada la frase, atribuida a Newton:

    «If I have seen further, it is by standing upon the shoulders of giants». (Si he podido ver más allá es porque me encaramé a hombros de gigantes).

    Concluimos que, incluso, las personas que más han destacado por su ingenio han sido piezas de un gran proyecto global.

    En estos momentos queremos felicitar a Miquel Lozano por su designación y agradecer su generosidad, amabilidad y disposición cuando en tantas ocasiones hemos recurrido a él para pedir su opinión o solicitar su ayuda.

    Exponemos una síntesis de su Curriculum Vitae para conocer y reconocer su trayectoria:

    El Dr. Miquel Lozano Molero es Jefe de Sección de Hemoterapia en el Servicio de Hemoterapia y Hemostasia del Hospital Clínic Universitario de Barcelona y profesor asociado de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona.

    El Dr. Lozano es miembro de diversas sociedades científicas nacionales e internacionales. Actualmente es presidente de la Sociedad Europea de Aféresis y en el pasado fue Director Europeo en la Junta Directiva de la Sociedad Internacional de Transfusión Sanguínea desde el 2014 al 2018 y presidente del Comité de Publicaciones de la Asociación Americana de Bancos de Sangre (AABB) desde el 2008 hasta el 2018. Ha sido miembro científico del grupo de trabajo internacional BEST Collaborative desde 2002 al 2018 y actualmente es miembro honorario.

    En estos momentos es editor jefe de la revista Vox Sanguinis, órgano de la International Society of Blood Transfusion (ISBT).

    Es autor de 250 publicaciones, monografías y capítulos de libros relacionados con la Medicina Transfusional y la Hemostasia. Ha co-editado tres libros en inglés para la editorial de la AABB sobre Globalización y Medicina Transfusional; Preparación de Componentes Sanguíneos y Transfusión de Plaquetas. Ha publicado un libro en español sobre la inactivación de patógenos de los componentes sanguíneos con amotosaleno. El Dr. Lozano participa frecuentemente en congresos y reuniones nacionales e internacionales donde ha impartido más de 120 conferencias.

  • Offline: COVID-19 is not a pandemic

    Richard Horton
    richard.horton@lancet.com
    www.thelancet.com Vol 396 September 26, 2020

    As the world approaches 1 million deaths from COVID-19, we must confront the fact that we are taking a far too narrow approach to managing this outbreak of a new coronavirus. We have viewed the cause of this crisis as an infectious disease. All of our interventions have focused on cutting lines of viral transmission, thereby controlling the spread of the pathogen. The “science” that has guided governments has been driven mostly by epidemic modellers and infectious disease specialists, who understandably frame the present health emergency in centuries-old terms of plague. But what we have learned so far tells us that the story of COVID-19 is not so simple.

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  • Perfiles diferenciados de no donantes de sangre según sus barreras y motivaciones

    Perfiles diferenciados de no donantes de sangre según sus barreras y motivaciones

    Proyecto ORCETRASA (ECO2015-64875-R):. Josefa D. Martín Santana1. Asunción Beerli Palacio1, María Katiuska Cabrera Suárez1, María de la Cruz Déniz Déniz1 y Eva Reinares Lara2 Carmen Dolores Sánchez Rodríguez 3, Lorena Robaina Calderín1 y Laura Romero Domínguez1.

    Donar sangre por primera vez es una decisión compleja en la que intervienen diversos factores, tanto internos como externos. Para definir mejor las estrategias de captación de nuevos donantes es fundamental conocer estos factores y, además, si estos varían entre los no donantes. Este trabajo propone utilizar las barreras y motivaciones hacia la donación de sangre, desde una perspectiva integradora, como criterios para segmentar a los no donantes. Con esta estrategia de segmentación se identificarían perfiles diferenciados de no donantes que justificarían el diseño y aplicación de estrategias y acciones de marketing específicas para cada segmento.

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  • Recomendaciones para la obtención de plasma de donantes convalecientes de COVID-19

    Recomendaciones para la obtención de plasma de donantes convalecientes de la Enfermedad del Coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19)
    Comité Científico para la Seguridad Transfusional (CCST)

    El pasado 1 de abril la Comisión Europea emplazó a las autoridades sanitarias competentes en sangre y componentes sanguíneos, a trabajar en un programa común para la Unión Europea sobre obtención y transfusión de plasma de convaleciente de COVID-19, con el objetivo de armonizar criterios a nivel europeo, y disponer de una plataforma común de datos, que permita obtener resultados más sólidos y de forma más rápida en relación con la eficacia y seguridad del uso de plasma de convaleciente de COVID-19. Siguiendo la dinámica de trabajo habitual, y tal como la Comisión Europea expone en el preámbulo del mencionado trabajo, las autoridades sanitarias competentes de cada país, pueden adoptar criterios más exigentes a nivel nacional, en virtud de lo expuesto en el apartado 4 del artículo 152 del Tratado de la Unión Europea, que estipula que “no se impedirá a ningún Estado miembro mantener o introducir medidas de protección más estrictas en relación con los niveles de calidad y seguridad de la sangre y de sus componentes”. De conformidad con lo anterior, el Comité Científico para la Seguridad Transfusional (CCST), órgano asesor del Ministerio de Sanidad en materia transfusional, en reunión mantenida el 15 de abril, acuerda adoptar las directrices contempladas en el documento “Guidance on collection, testing, processing, storage, distribution and monitored use“, publicado por la Comisión Europea el 8 de abril, y en consecuencia, actualizar mediante el presente texto las Recomendaciones del Comité.