Enviado por Dra. Mercedes Lopez Soques

Hospital del Mar. Barcelona.

Coordinadora de Grupo de Hemovigilancia de la SETS

Este mes de marzo he tenido la oportunidad de asistir al Congreso de la Sociedad de Bancos de Sangre y Transfusión de Turquía y de la Turkish Blood Foundation, participando como invitada en una mesa redonda titulada “Haemovigilance Practice around the world” como coordinadora del Grupo de Trabajo de Hemovigilancia de la SETS.
Se nos pedía una exposición breve, de 10 minutos, para dar tiempo a una sesión interactiva que permitiera familiarizarse a los profesionales de los Bancos de Sangre y Servicios de Transfusión de Turquía con las variadas modalidades de Hemovigilancia de otros países y conocer los retos y las soluciones aplicadas a estos retos. Con esta intención preparé mi presentación que adjunto. Aunque parezca un tópico, diez minutos apenas son nada.

El primer ponente, de Alemania, el hematólogo Dr.Gert explicó el fiel seguimiento de la Directiva europea por parte de la Agencia de Farmacovigilancia de su país. Las categorías de reacciones eran las mismas que las nuestras y el EAP-t, la sobrecarga circulatoria asociada a transfusión, representaba un papel importante en la mortalidad. Destacó que la asignación a Farmacovigilancia produce una falta de conocimiento y disfusión de reacciones y errores para los profesionales de la transfusión. Como reto o problema comentó que había que disponer de datos más recientes. Resto par el año 2019 ya que los datos de Hemovigilancia que nos mostró eran los más recientes de que disponía, respecto a 2016.
   La ponente siguiente explicó la Hemovigilancia en Egipto. Los conceptos eran muy similares a los nuestros, sin duda porque la ponente, Dra.Fatten es una autoridad internacional en la materia y presidente in pectore de la Sociedad Asia-Africana de Transfusión Sanguínea . El principal reto en Egipto consiste en vencer la resistencia del personal de enfermería, que no cumple con la notificación y la trazabilidad por el incremento de trabajo que supone en ausencia de una Directiva que cumplir.
    En el caso de la India la extensa presentación también aportó problemas similares.
   A continuación expuse nuestro caso, empleando los datos de Hemovigilancia de 2016 como los más recientes y disponibles en 2019. Nuestra tasa de notificación (20/10.000 unidades transfundidas) es óptima comparada con el Reino Unido y una aplicación informática estatal mejorará aún más esta tasa. Disponemos así de datos preocupantes (incremento de 23% en EAP-t , incremento 20% en reacciones hemolíticas por anticuerpos “no difíciles”, aparición de 2 casos de EICH, enfermedad del injerto contra el huésped asociada a transfusión) que abren un espacio para que la SETS, a través del Grupo de Trabajo de Hemovigilancia, aporte nociones y recomendaciones de mejora a nivel nacional para los receptores de sangre de las 17 comunidades.
 

 En el caso de Rusia, el ponente Dr.Eugene nos presentó una notificación muy reducida atribuible a que en Rusia se penalizan económicamente los errores de los profesionales. Además, un diagnóstico de TRALI puede hundir la reputación de un hospital. Este es el reto actual en Rusia, el no poder aprender los efectos adversos.

Finalmente, la presentación del caso de Iran a cargo de Dr.Karim fue excelente en cuanto a organigrama y responsabilidades. Fue interesante ver la dotación que se ha dado a la Hemovigilancia estructurando completamente su personal y sus cuarteles. No hay duda que se han invertido recursos en Hemovigilancia. No obstante, se trataron mucho las reacciones pero no se comentaron los errores.


Vemos por tanto en resumen que la Directiva europea de Hemovigilancia, que fue muy criticada en ciertos sectores porque decía QUÉ hacer pero no decía con QUÉ personal o CÓMO, con CUAL presupuesto, tiene un efecto protector sobre la seguridad de los pacientes, porque permite transparencia, con lo cual se puede llegar al aprendizaje a partir del error y a la toma consecuente de medidas de mejora.