Cómo diseñar una encuesta en Hemoterapia para ser publicada
Miquel Lozano Molero, Joan Cid Vidal
Unidad de Aféresis y Terapia Celular
Servicio de Hemoterapia y Hemostasia
IDIBAPS
Hospital Clínic de Barcelona.
Universidad de Barcelona


Introducción

En el campo de la Hemoterapia existen muchos aspectos de su práctica para los cuales las evidencias disponibles son escasas, o cuando existen, resulta que no son concluyentes. Por ello nos encontramos frecuentemente que, ante un aspecto determinado de la actividad, diferentes centros establecen diferentes estrategias para afrontarlos.

Estas diferencias para acometer un aspecto concreto de la actividad son especialmente notables entre países, pues entonces se añaden a factores técnicos y regulatorios, diferencias económicas y culturales. Es por ello por lo que en la Hemoterapia las encuestas son especialmente útiles, pues nos permiten conocer y a veces aprender de, cómo colegas de otros centros hacen frente a aspectos determinados de la cadena transfusional. Un ejemplo de ello, son los “International Forum” que publican diversas revistas de la especialidad, aunque la pionera fue Vox Sanguinis que, en 1970, inició la publicación de un foro donde se recogían las respuestas de autores de diferentes países a temas, no sólo técnicos y científicos, sino también socio-económicos y éticos relacionados con la práctica transfusional, desde la vena del donante a la vena del receptor[1].

Las encuestas pueden proporcionar otra pieza de información clave, la de identificar áreas donde sea necesario realizar estudios de investigación, ya sea para establecer cuál de las estrategias que se están realizando es la más segura o eficaz o porque sea necesario determinar el mejor coste beneficio de las técnicas que se estén aplicando.

En las próximas líneas examinaremos cuáles son los aspectos metodológicos que deberíamos tener en cuenta para elaborar una encuesta sobre un tema de Hemoterapia, con el objetivo final de publicar los resultados de las respuestas obtenidas.

1. El tema

Lo primero a definir claramente es el tema a tratar. Idealmente el tema debe tocar una cuestión donde pueda haber diferentes formas para realizarla. En general aquellos aspectos que estén definidos en los estándares, locales o internaciones, o incluso en la normativa no serían temas para los que realizar una encuesta. Por ejemplo, el Real Decreto 1088/2005, de 16 de septiembre, establece que para las pruebas de compatibilidad a realizar en caso de transfusión de cualquier componente eritrocitario en pacientes que en los últimos tres meses hayan recibido una transfusión o un trasplante de células u órgano, o se trate de una mujer que haya estado embarazada, la muestra del paciente será obtenida dentro de las 72 horas previas a la transfusión. Por lo tanto, este periodo debe ser seguido por todos los servicios de transfusión si no se quiere incumplir la ley e incurrir responsabilidades penales, por lo que no tendría sentido incluir este tema en una encuesta sobre pruebas de compatibilidad.

Los temas idóneos para realizar una encuesta y poderla publicar son fundamentalmente dos. Un tema que no esté firmemente definido o que puedan existir diferentes técnicas para llevarlo a cabo, sería uno de ellos. Por ejemplo, la gestión que los servicios de transfusión hospitalarios puedan hacer de la transfusión de plaquetas ABO incompatibles. Se sabe que la transfusión de plaquetas con incompatibilidad ABO mayor (anticuerpos ABO en el receptor contra las plaquetas transfundidas) puede reducir el rendimiento de la transfusión de plaquetas entre un 20 y un 40%; en caso de una incompatibilidad ABO menor (anticuerpos en el plasma del concentrado plaquetario contra los antígenos ABO del receptor) se podría producir una reacción hemolítica, potencialmente mortal en el receptor[2]. Entre los servicios de transfusión hospitalarios la forma de abordar la incompatibilidad en estos casos es variable, y depende, entre otros factores, de la población de pacientes (pediátrica o adulta) o de si los concentrados de plaquetas están contienen 100% plasma o una combinación de plasma y solución aditiva[3].

El otro tema adecuado para realizar una encuesta es sobre la actividad en un determinado campo, cuando ésta no sea homogénea entre los centros. Un ejemplo de ello sería la aféresis, tanto de donación como la terapéutica. Respecto a la donación, existen centros de transfusión donde la mayoría de los concentrados de plaquetas para la transfusión se obtienen mediante aféresis mientras que en otros los concentrados se preparan a partir de donaciones de sangre total mediante diversas técnicas, entre ellas el método de la capa leucoplaquetaria. En cuanto a las aféresis terapéuticas, el tipo y el número de procedimientos que un centro realiza varían ampliamente, y depende de la actividad predominante de las diversas especialidades del hospital[4].

2. El cuestionario

Una vez seleccionado el tema de la encuesta, el siguiente paso es preparar el cuestionario. Esta preparación debe ser cuidadosa porque va a ser clave en el éxito final del proyecto. Hay dos aspectos claves del cuestionario que se deben definir, el contenido de las preguntas y su número. En cuanto al contenido, la regla de oro sería brevedad y concisión para evitar respuestas confusas.

Respecto al número, una cifra que puede se óptima se sitúa entre las 12 y las 18, dependiendo del tema. Conviene ser parco por dos motivos fundamentales: uno para no convertir la encuesta en tediosa de contestar que desincentivará a los potenciales participantes a contestar. El otro motivo es de cara a la publicación: un exceso de preguntas hará complejo y farragoso su resumen y discusión en la publicación y existe el peligro de que al editor de la revista a la que se acabe enviando, el manuscrito no le resulte interesante para los lectores de la revista. Dependiendo del tema, es recomendable incluir entre les preguntas algunas que nos ayuden a identificar las características (hospital universitario, comarcal, etc.) o las dimensiones del centro desde donde el profesional está respondiendo.

Una vez finalizado el cuestionario, aún hay un paso previo a la distribución; es el de su validación. Es imperativo, enviar el cuestionario a un número reducido de profesionales del sector que estemos explorando para que nos digan su opinión en cuanto al número y comprensión de las preguntas de la encuesta. Es conveniente también dejar la puerta abierta a recibir sugerencias sobre si hay algún aspecto del tema que convendría indagar y que no se ha incluido en la encuesta o si se tendría que modificar alguna pregunta para hacerla más comprensible.

Antes de distribuir el cuestionario, hay que decidir en qué soporte hacerlo. Fundamentalmente existen dos. Uno sería crear un archivo con las preguntas (Word o Adobe Acrobat) donde los participantes puedan escribir las respuestas. Esta aproximación supone que los archivos con las respuestas cuando se reciban se tendrán que revisar y los datos obtenidos, incluirse en una base de datos o una hoja de cálculo para su posterior explotación y análisis.

Si se planea que el número de participantes sea elevado, este método es muy laborioso y requiere mucho tiempo. Afortunadamente existen plataformas digitales, que permiten alojar la encuesta en una página web, donde los participantes pueden introducir directamente sus respuestas. Posteriormente el software permite explotar y emitir informes de los datos recibidos que facilita enormemente el análisis de las respuestas. Actualmente el más utilizado es REDCap (research electronic data capture) https://projectredcap.org/

3. A quién y cómo distribuir el cuestionario

Una vez redactado el cuestionario, parece obvio a quién enviarlo: a los profesionales que trabajen en el área que vayamos a explorar. Pero aquí acaba lo obvio y comienza lo difícil: ¿cómo identificarlos?. Dependiendo del tema, se tendrá que recurrir a diversas fuentes para conseguir los datos (actualizados) que necesitaremos en la mayoría de los casos: nombre de la persona de contacto, centro y correo electrónico. No lo habíamos comentado aún, pero cómo distribuir el cuestionario hoy en día es sinónimo de disponer de una dirección de correo electrónico válida, para enviar el cuestionario. Ya sea en forma de archivo para cumplimentar o en forma de un enlace a una página web donde se introducirán los datos.

Para conseguir los datos necesarios para enviar el cuestionario, las Sociedad Científicas o los grupos de trabajo de la especialidad pueden ser de gran utilidad. En general, ello supondrá el contactar con los presidentes de las organizaciones, explicarles el proyecto, enviar el cuestionario y solicitar su colaboración

En realidad, una vez se obtiene la lista, el trabajo no hace más que comenzar. No hay que esperar que con el envío de la invitación a participar se recibirán todas las respuestas. Será necesario realizar un seguimiento de las respuestas recibidas y llevar a cabo re-envíos de recordatorio a aquellos que no hayan enviado su respuesta. Esto último puede ser complicado con la actual Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, pues muchas veces no tenemos acceso a las listas de los miembros de las organizaciones y sólo podemos realizar nuevos recordatorios a toda la lista, pidiendo disculpas a aquellos que ya hayan contestado la encuesta.

4. Recogida y análisis de los datos

Después de varios recordatorios, donde se habrá definido una fecha límite, la recogida de los datos se cerrará y empezará el análisis de las respuestas recibidas. Dependiendo del número de respuestas recibidas y de la plataforma utilizada esta fase de la encuesta será más o menos laboriosa. No hay que olvidar que el primer dato a analizar, porque lo necesitaremos para el manuscrito, es el número de invitaciones enviadas y el número de respuestas recibidas.

5. Escribir el manuscrito

Una vez analizados los datos es el momento de comenzar a escribir el manuscrito, y entonces, probablemente lo más sencillo sería comenzar escribiendo la parte de resultados. Se debe evitar describir las respuestas a cada pregunta, mejor resumir lo que son datos numéricos en tablas y presentar los resultados en grupos que traten un determinado aspecto de la encuesta. Por ejemplo, la descripción de los participantes, número de respuestas con la tasa de respuesta que hemos conseguido, características de los centros, etc.

Como en cualquier otra publicación científica, la introducción y la discusión deben por un lado presentar las razones que han llevado a la realización de la encuesta y por otro presentar los hallazgos en relación con la evidencia publicada. Idealmente la parte final de la discusión debe resumir los hallazgos y proponer futuras líneas de investigación que el trabajo haya podido identificar.

Una parte importante de la publicación de una encuesta es la de material y métodos. Una revisión sistemática realizada por el grupo de trabajo Biomedical Excellence for Safer Transfusion (BEST) Collaborative de las encuestas relacionadas con la Hemoterapia, publicadas entre 2001 y 2007 encontró que de las 54 publicaciones identificadas, sólo un 13% proporcionaba datos de la validación de los cuestionarios, un 48% describía cuán había sido la población encuestada y un 20% analizaba la representatividad de las respuestas recibidas respecto al total[5]. Remitimos al lector interesado a dicha revisión donde podrá encontrar una descripción detallada de los puntos metodológicos que debe contener un manuscrito que presente los resultados de una encuesta.

6. Resumen

Una encuesta sobre una actividad relacionada con la Hemoterapia puede ser una herramienta útil para describir diferentes formas de actuar ante aspectos concretos y a la vez identificar potenciales líneas de investigación. Su realización lleva implícito el diseño y validación de un cuestionario que servirá para recoger las respuestas a las preguntas que se planteen, evitando la confusión en el redactado y un número excesivo de preguntas. Hoy en día disponemos de aplicaciones en la web que simplifican la recogida y análisis de las respuestas. El objetivo último de la encuesta sería su publicación para dar difusión a los datos encontrados, y para esta tarea existen revisiones disponibles que nos pueden ayudar al indicar los aspectos que debería contener dicha publicación.


Referencias

1    Lozano M, Dunbar NM, Devine DV. 50 years of Vox Sanguinis International Forums. Vox Sang. 2020; 115: 483-4.
2    Lozano M, Cid J. The clinical implications of platelet transfusions associated with ABO or Rh(D) incompatibility. Transfus Med Rev. 2003; 17: 57-68.
3    Lozano M, Heddle N, Williamson LM, Wang G, AuBuchon JP, Dumont LJ. Practices associated with ABO-incompatible platelet transfusions: a BEST Collaborative international survey. Transfusion. 2010; 50: 1743-8.
4    Lozano M, Cid J, Areal C, Romon I, Muncunill J. Apheresis activity in Spain: A survey of the Spanish Apheresis Group. Transfus Apher Sci. 2013; 49: 560-4.
5    Pagano MB, Dunbar NM, Tinmouth A, Apelseth TO, Lozano M, Cohn CS, et al. A methodological review of the quality of reporting of surveys in transfusion medicine. Transfusion. 2018; 58: 2720-7.