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Dra. Erkuden Aranburu Urtasun

Aunque recorridas unas semanas de este año nuevo, 2020, que, además, inicia una nueva década, deseemos que sea recordado como aquellos años en que se vivió en paz y se apostó por difundir, integrar y potenciar aquellas ideas y valores que la mayoría de las personas consideramos como necesarias para nuestra convivencia como son el respeto, la honestidad, la prudencia…y también recordarlo por el esfuerzo realizado para vivir en armonía con la Naturaleza, tan vilmente deteriorada.

Desde la SETS recibimos al nuevo año con renovadas ilusiones y con los mejores deseos para todos sus miembros

Haciendo un breve resumen de la historia de nuestra Sociedad nos encontramos que ésta fue creada en 1988 por un grupo de profesionales dedicados a los Bancos de Sangre y a la Transfusión Sanguínea , con unos objetivos muy claros , sinceros y ambiciosos dirigidos a impulsar y organizar todos los aspectos relacionados con sus actividades como eran promover la donación, favorecer la discusión, difusión y aplicación de los avances científicos entre sus asociados, ampliar la cartera de servicios , colaborar con otras áreas en el amplio campo de la biotecnología y de los trasplantes de órganos y tejidos así como impulsar el desarrollo técnico participando activamente en la formación de sus técnicos. Si abandonar, claro está, los aspectos éticos que estas tareas conllevan.
Hay que reconocer que se ha trabajado mucho y bien durante todos estos años y los resultados obtenidos en todos los campos así lo atestiguan: índices de donaciones, grupos de trabajo, colaboraciones, áreas de investigación en curso, organización de la hemoterapia no transfusional, incorporación de los Bancos de tejidos, programas de ahorro de sangre, Comités Hospitalarios , Comisiones Autonómicas de Hemoterapia…
No obstante la SETS debe continuar analizando de forma continua la situación de la donación/transfusión en nuestro país y buscando fórmulas para alcanzar la eficacia deseada y reglamentaria.
Como sociedad activa vamos viendo como nuevos compañer@s se van uniendo al proyecto y otros nos van abandonando por edad, enfermedad, fallecimiento…en este número publicamos la necrológica que compañeros del Dr. Zubizarreta redactaron el pasado mes, fecha en la que falleció. Su personalidad y su trayectoria quedan bien reflejadas y desde esta, que fue su sociedad enviamos nuestras condolencias a sus familiares y amig@s

También en el mes de octubre y en el marco de la celebración de la reunión trimestral del GETT, que coordina la Dra. Sauleda, se rindió un homenaje al Dr. Manolo Álvarez con motivo de su jubilación, de la que mostramos un pequeño reportaje gráfico de recuerdo. El acto fue sencillo y emotivo sus amigos y compañeros Dr. Adolfo Eiras y Dr. Salvador Oyonarte expusieron de forma ingeniosa lo que El Dr. Alvarez ha aportado a la seguridad transfusional en nuestro país y lo que ha supuesto su apoyo y ayuda para muchos profesionales que se iniciaban en este campo. Una estupenda coordinación del acto por parte de la Dra. Sauleda nos dejó un recuerdo inolvidable.

Es seguro que hay más compañer@s que han cumplido con su vida laboral, pero por desconocimiento no hemos podido reconocer su trayectoria como sería justo. Vaya para tod@ sell@s un cariñoso abrazo.

En la edición de este nuevo número no falta la reflexión acerca de intensificar los esfuerzos para alcanzar las deseadas cifras de autosuficiencia en Hemoderivados, productos cuya adquisición se ve amenazada por la introducción en el mercado de los gigantes asiáticos y el aumento imparable de su consumo, a lo que se ha unido los nuevos tratamientos de inmunoterapia (CAR-T).

La Dra. Madrigal nos presenta la evolución demográfica y la sostenibilidad futura de la donación en España. Hay que tomar nota

No por esperada la legislación (julio 2018) acerca de la “Buenas Practicas” ha dejado de ser un rompecabezas para los CT/BS en su práctica diaria. En este sentido es de agradecer la colaboración del Dr. Fernández García y equipo al facilitar el modelo sobre “Gestión de Riegos” que han adaptado en su Centro y que es de gran ayuda para comprender este delicado e importante tema relacionado con la Calidad.

El Dr. Iñigo Romón nos describe la situación del uso de los productos irradiados ofreciendo una tabla con las indicaciones de uso óptimo.
En el artículo que analiza “los más de 10 años de Hemovigilancia…” pese a describir los fallos en el funcionamiento de la red en nuestro País, se muestra optimista y considera que este puede ser un momento de oportunidad para mejorar y explotar la información recogida.

Sin olvidar la cuestión de género una pequeña pero importante modificación en la gestión de donantes establecida en el Centro de Transfusión de Valencia nos propone la Dra Asunción Chaves y, pienso, que hay que tenerla en cuenta

Para finalizar un excelente caso práctico de la mano el Dr. Jorge Monge y col.

En la Hemeroteca destacar la nota de prensa de noviembre de 2019 que expone la noticia de la financiación del tratamiento Pre exposición PrEP por parte del Sistema Nacional de Salud( SNS) como medida de prevención del VIH en personas de alto riesgo. El documento que detalla cual es la profilaxis que se plantea, y que ya se está llevando a cabo, para valorar y ponderar los riesgos a los que nos enfrentamos en los BS/CT en cuanto a su influencia en la selección de donantes y en la realización de la analítica a las donaciones.

Recordar que el Boletín está deseoso y necesitado de colaboraciones que nos unan como personas y como profesionales.

Pamplona/Iruña 19 de enero 2020

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Dra. Erkuden Aranburu

Es voluntad del Boletín contribuir, compartiendo la información actualizada disponible, al desarrollo científico y personal de  los miembros de la Sociedad.

Es en este contexto, que los amigos y discípulos del Dr.  Pedro Madoz le dedican  un emotivo recuerdo, por medio de un entrañable texto donde queda reflejada su grandeza humana  y su excelencia profesional, que todos los que le conocimos, compartimos. Descanse en paz.

La inmunoterapia antitumoral con CART es una alternativa terapéutica antitumoral que de manera magistral nos la describe el Dr. Manel Juan en su editorial y en el artículo que publica en este número.

Los profesionales de la SETS así como los de otras Sociedades científicas juegan un papel fundamental en el abordaje multidisciplinar que este tipo de tratamientos precisa y al que hace especial referencia el autor.

También  destacar, por su importancia en la evolución en la disponibilidad de este recurso terapéutico, entre otras consideraciones,  el análisis que el autor realiza acerca del apoyo tan necesario que los equipos académico /asistenciales deben de recibir de las autoridades, por medio de ayudas económicas, normativas,…

Estas decisiones sean las que marcarán s si el futuro queda en manos de la industria o como parece ser que las autoridades sanitarias en este país apuesten por una visión renovadora al margen de los lobbies industriales.  

Los grupos de trabajo de la SETS continúan trabajando, la Dra. Azucena Castrillo presenta la encuesta realizada a los Centros de transfusión (CT), en relación con los rangos de temperatura y periodos de tiempo a considerar en el procesamiento de la sangre total, en el almacenamiento y transporte/distribución  de los componentes sanguíneos, en la que participaron   un 87 % de ellos y en los que se refleja , como recoge en las conclusiones que:  “ Se detecta una gran variabilidad entre los centros en las sistemáticas objeto de esta encuesta lo que lleva  a apoyar que las Direcciones de los CT y Autoridades Sanitarias, favorezcan estudios de comparación entre centros (técnicas de benchmarking), y la toma de medidas encaminadas a homogeneizar las sistemáticas de trabajo en los CT, en aras   al cumplimiento de las Buenas Prácticas, tal como establece la legislación actual” (sic)

La Hemovigilancia lleva un gran recorrido en nuestro País y puede considerarse un  éxito que la detección y análisis de los errores que se producen en la cadena transfusional se haya convertido en una rutina que sirve para mejorar la seguridad de los donantes y pacientes. El grupo de trabajo, representado por la Dra. Mercedes  López, ha analizado los datos de HV del año 2016 emitiendo una serie de recomendaciones de gran interés en relación a la transfusión de componentes antígenos irradiados.

Desde este espacio animamos a todos los miembros de la SETS a acudir al  30 Congreso Anual de la SETS que se celebrará los próximos días 6- 8 de junio. Un  atractivo programa educacional, un interesante programa científico y un castizo lugar de encuentro nos esperan.

 

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E Muñiz Diaz, I Roig Martinez, MªA Bosch Llobet, M López Soques, C Pastoret Pascal

Eduardo Muñiz Diaz. Jefe de la División de Inmunohematología. Banc de Sang i Teixits. Barcelona.
Son muchas las cosas buenas que se podrían contar de Pedro Madoz, como profesional y como persona. No me cabe ninguna duda de que con su fallecimiento se ha ido unos de los mejores expertos, sino el mejor, en lo que se ha dado en llamar la medicina transfusional y, sin duda, un estilo y una manera de hacer y entender la profesión en general, y nuestra especialidad, en particular. El trabajo de Pedro contribuyó directamente a la conversión en nuestro país de lo que venía siendo la Hemoterapia, la parte menos conocida y reconocida de la especialidad de Hematología y Hemoterapia, en lo que hoy llamamos la medicina transfusional. Su visión amplia de lo que debía ser un especialista en medicina transfusional pasaba por abandonar el limitado y clásico papel de productores y distribuidores de componentes sanguíneos para asumir el rol de expertos en las indicaciones de la transfusión de los componentes sanguíneos, en todo tipo de pacientes (adultos, neonatos, quirúrgicos, trasplantados de órganos, tejidos y células, etc) y en cualquiera de los posible escenarios (transfusión masiva, transfusión crónica, etc).
Durante mi etapa de residente, en lo que entonces se llamaba el banco de sangre del hospital de Sant Pau de Barcelona, una de las cosas que más me impresionó fue el reconocimiento que Pedro tenía por parte de los facultativos de otras especialidades médicas y quirúrgicas, quienes continuamente le consultaban cualquier cuestión relacionada con la práctica transfusional. El ejemplo más paradigmático es el del equipo de anestesiólogos que respetaban escrupulosamente las indicaciones y recomendaciones planteadas por Pedro intentando que la transfusión de componentes sanguíneos se realizara de forma racional y justificada. Cuando todavía no se había acuñado el término “consultor”, Pedro ya desempeñaba esta función de modo natural. Y cuando todavía no se hablaba del uso óptimo de los componentes sanguíneos, Pedro ya velaba por el mejor uso posible de los mismos, razonando con los prescriptores y discutiendo cuando hacía falta si la indicación no era la adecuada. Su pasión constante por el estudio le hacía estar totalmente informado sobre cualquier novedad o avance relacionados con la transfusión sanguínea. Este acopio de información y de conocimiento también hacía que los mismos compañeros de especialidad le consultaran y le solicitaran los artículos más sobresalientes sobre cualquier tema, sabiendo que Pedro disponía de ellos o, como mínimo, que podría guiarte para encontrarlos. Anticipándose a la llegada de internet, y mucho antes de poder acceder a la información con la facilidad que hoy lo hacemos, Pedro era nuestra biblioteca particular, y sabíamos que solo él nos facilitaría de forma instantánea la referencia, el artículo o el libro necesario que resolviera nuestras dudas. Su perfil docente con los residentes no se basaba en impartir grandes peroratas, ni en clases magistrales; su estilo era otro, el de proporcionarte toda la información y la bibliografía necesarias para tu formación personal a través del estudio, contestando a cualquier pregunta, resolviendo cualquier duda y entregándote nuevos artículos a cada cuestión nueva que le planteabas.
Era exigente con su trabajo y con el de las personas que trabajaban con él, pero el mayor nivel de exigencia era consigo mismo, para no fallar, para estar a la altura, para prestar el mejor servicio posible al paciente en base a toda la información y la evidencia existentes. Acostumbraba a escribir y a traducir los trabajos más relevantes, o que más le hubieran impresionado, en unos cuadernos ejemplares que solo puntualmente compartía con los residentes y otros colaboradores del banco de sangre. Si accedías a uno de esos magníficos cuadernos de apuntes es que te habías ganado su confianza, y era una gozada leerlos y descubrir las acotaciones y comentarios que algunos pasajes del original le suscitaban. Imagino que todavía deben existir centenares de esos cuadernos donde todo lo que ha sido relevante en la medicina transfusional de los últimos 40 años está recogido y comentado.
En su afán por cambiar y mejorar las cosas se inscribe su intensa y continuada colaboración con la Administración, prácticamente desde el comienzo de su carrera profesional hasta su jubilación en el 2010. A destacar entre otros su papel en la “Comisión de Ayudas Sociales a afectados por el VIH”, que le supuso una gran responsabilidad e implicación. Por esta tarea recibió el reconocimiento expreso del Ministro junto al resto de la comisión. Tras formar parte del grupo de expertos en seguridad transfusional se integró como miembro del comité asesor permanente y, finalmente, como vocal de comité científico para la seguridad transfusional. Durante este periodo, junto al resto de miembros, enfrentó situaciones complicadas, como fue la epidemia de las “vacas locas”, y como era habitual, sus opiniones excelentemente fundadas, ayudaron a orientar correctamente las actuaciones a seguir. En el ámbito internacional también colaboró con varios grupos de trabajo de la Unión Europea como representante de nuestro país, destacando su aportación al diseño de las líneas de trabajo de la Unión Europea en materia transfusional que sirvieron de base para el desarrollo de las actuales Directiva Europeas.
Seguramente, una de las mejores cosas que pueden decirse de la trayectoria profesional y humana de Pedro es que supo crear escuela apoyándose en esta manera de hacer y de entender la especialidad. Fue por ello, precisamente, que muchos de los residentes que nos formamos con él, y que habíamos ideado un futuro profesional en el área clínica, nos rendimos ante esa Hemoterapia que él nos hacía ver atractiva, llena de posibilidades, efervescente como todo lo que está en pleno desarrollo, y que no solo no nos alejaba del paciente sino que nos brindaba la oportunidad de acercarnos a él desde otra perspectiva en la que el paciente seguía siendo el centro y la razón de ser de nuestro trabajo diario. En mi caso particular, a lo largo de los 20 años que estuvimos juntos, aprendí de él, entre otras muchas cosas, que la Inmunohematología no debe consistir en el estudio de muestras provenientes de pacientes de los que ignoramos todo y que, al contrario, la información clínica es fundamental para llegar a un determinado resultado y, en base a éste, a poder asesorar a los facultativos clínicos y prescriptores sobre la terapia transfusional más adecuada para cada paciente. El fue pionero en la implementación de muchas de las técnicas de Inmunohematología que aún seguimos utilizando (técnicas de elución, adsorción, tipaje, congelación de muestras de plasma y de hematíes de interés) y en el desarrollo de la transfusión intraútero en colaboración con los obstetras del mismo hospital para el manejo de los casos graves de enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido.
Tratando de huir de la retórica y de los tópicos que suelen acompañar a las notas necrológicas, cinco de los muchos profesionales que nos consideramos discípulos de Pedro Madoz, hemos querido rendirle un homenaje a nuestro maestro recordándole con afecto y repasando algunas de las anécdotas y de las experiencias que vivimos a su lado y que, seguramente, más nos han marcado.

Imma Roig Martinez. Jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospìtal Parc Taulí. Sabadell (Barcelona).
Cuando pienso en Pedro, pienso en mi maestro , mi tutor, mi amigo , la persona que marcó mi trayectoria profesional, mi referente indiscutible en el mundo de la medicina transfusional, una persona erudita, llena de conocimientos, de los que por cierto, nunca quiso alardear, pero que sin duda alguna supo transmitir con su actitud y una forma de ser muy personal.
Siento un profundo agradecimiento, no solo porque ejerció una gran influencia en mi trayectoria profesional, sino por su cariño y proximidad, siempre dispuesto a escuchar, compartir, aconsejar y acompañar en momentos de mayor o menor complejidad. Las cosas difíciles siempre eran más fáciles, estando a su lado. Hemos compartido muchas horas de formación pero también momentos de ocio y diversión, en los que nos ha hecho sentir como miembros de su propia familia. Quizás alguien pueda pensar que era una persona de pocas palabras, mas bien introvertida, y puede que así fuera, pero el recuerdo que a mí me queda es el de una persona que me lo dio todo en un momento vital de mi formación académica y personal. Te estaré siempre agradecida y mi familia y yo te llevaremos siempre en nuestro corazón. Gracias Pedro.

Dra Mª Alba Bosch Llobet. Jefe del Servicio de Transfusión BST-Hospital de Sant Pau. Barcelona.
Tuve la suerte de aprender la medicina transfusional de la mano del Dr Pedro Madoz, en el hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Ha llovido mucho desde entonces. Profesional de referencia donde los haya, era una persona discreta y con cierta timidez, pero impresionantemente sólido y coherente. Ha dejado tras de sí una escuela de medicina transfusional e inmunohematología, el hábito de trabajar bien, de forma efectiva y segura, buscando el porqué de las cosas y garantizando que pacientes y donantes tuviesen la mejor asistencia posible.
Si nos oyese ahora, Pedro se encogería de hombros y entornaría ligeramente los ojos, pestañeando varias veces, con aquel gesto tan suyo, para acabar esbozando una sonrisa, huyendo, como tantas veces, de cualquier acto que le supusiese ser el centro de atención.
Profesionalidad, rigor científico y fiabilidad, profundo conocimiento de la Inmunohematología y de la medicina transfusional, junto con un alto sentido del deber y de la responsabilidad, le convirtieron desde muy joven en referente en Hemoterapia tanto en el hospital de Sant Pau como a nivel nacional. Seriedad, constancia y eficacia tuvieron sus frutos también en la labor docente, ya que se erigió, sin proponérselo, en maestro de todos los residentes que pasábamos por el banco de sangre, ejerciendo no solo de líder científico sino de mentor de todos aquellos que mostrábamos interés por el banco de sangre. Mérito suyo es que muchos de los residentes que elegimos Hematología atraídos por la clínica, acabamos dedicándonos profesionalmente a la Hemoterapia, después de ver como se trabajaba “de verdad” en un banco de sangre: calidad analítica, trazabilidad, y resolución efectiva de los casos transfusionales complejos.
Durante aquellos años no sólo consolidamos nuestros conocimientos en Hemoterapia, sino que a la vez forjamos sólidos lazos de amistad que han perdurado hasta hoy, y donde Pedro era uno más de nosotros.
Siempre tenía un momento para atender la llamada, la consulta o la visita que cualquiera de nosotros, sus ex-residentes, le hacíamos para plantearle nuestras dudas ante cualquier caso complejo que se nos presentaba en nuestro quehacer diario ejerciendo como adjuntos y después como jefes de diferentes servicios de Hematología y Hemoterapia.
Pienso en él y pienso en su calidad humana, en su preocupación por los demás, por las pequeñas cosas del día a día, de la familia, de los amigos, en su interés por los reencuentros con los ex compañeros, por las charlas, y por los paseos por Barcelona, sin olvidar el amor por su esposa, hijos y nietas… Descanse en paz.

Mercè López Soques. Jefe del Servicio de Hemoterapia del Hospital del Mar. Barcelona.
“Nunca una persona tan parca en palabras enseñó tanto a tanta gente”, así se expresó el hijo del Dr Pedro Madoz en la ceremonia de su funeral, haciéndose eco de un comentario que había sido coincidente entre los muchos asistentes al funeral que habíamos explicado a la familia que Pedro había sido nuestro maestro.
Me gustaría explicar cómo se producía esta magia, la de enseñar sin largas explicaciones, que en el fondo es la forma en que aprenden los niños, imitando a los padres. Querría compartir unos breves recuerdos de los tiempos del MIR, probablemente comunes a muchos de nosotros hematólogos: nos presentábamos en un hospital nuevo y después de un R-1, cuando ya habíamos trabajado un año en Urgencias y en otros servicios médicos, y ya habíamos visto lo que es el caos hospitalario, llegábamos al banco de sangre. Yo quedé impresionada y, desde el primer minuto de estar allí, supe que aquel era el lugar donde quería estar, y en ese momento llegó la vocación, al ver el orden que se desplegó ante mi vista. Apareció un Dr. Pedro Madoz que lo estudiaba todo en inglés cuando no teníamos Internet, que lo preparaba todo para que no hubiera imprevistos, y que sabía de antemano lo que hay que tener para cuando llegue el paciente difícil o imposible de transfundir.
Pedro Madoz no era el jefe que te cogía de la mano y te explicaba todo. Al contrario, a mí me enseñó una mesa y era allí donde me iba trayendo la bibliografía necesaria: “Lee esto”, me decía. Naturalmente, también recibíamos formación teórica y práctica de la mano de las insuperables enfermeras del servicio que él había adiestrado. Al poco tiempo, esta manera de trabajar que incluía sobre todo el saber y conocer de primera mano, la teoría, nos fue llenando de nuestro propio criterio y supe que me podía valer por mí misma. Creo que el Dr. Pedro Madoz nos regalaba las alas, me las regaló cuando tuve la oportunidad de conocerlo y tratarlo a los 27 años, y creo que me han durado hasta ahora.

Conxita Pastoret Pascal. Enfermera. Jefa de área de las unidades móviles. Banc de Sang i Teixits. Barcelona

El Dr. Pedro Madoz , además de ser el jefe del Servicio de Hemoterapia del hospital de Sant Pau de Barcelona, también fue maestro y formador de muchas de las enfermeras y técnicos que hoy en día nos dedicamos a la Hemoterapia en diferentes centros de donación y transfusión. Con mucha paciencia y tenacidad nos formó en el saber, en la disciplina y en la ética, y nos enseñó los valores de la donación, así como las técnicas de inmunohematología y de transfusión.

A menudo era muy exigente con las personas que trabajábamos con él, pero sobre todo lo era con él mismo para conseguir el máximo nivel de calidad en todas y cada una de las técnicas y procesos que realizábamos.
Consiguió formarnos con un alto nivel en unos campos poco conocidos por la enfermería de los años 70 y 80. Y esto solo fue posible por sus amplios conocimientos y enorme profesionalidad.
Fue para todos nosotros un gran maestro, y también un amigo a lo largo de tantos años en los que compartimos el trabajo cotidiano.
En nombre de todos los que fuimos sus discípulos, y en el mío propio, queremos agradecerle todos los conocimientos y los valores que nos enseñó y nos trasmitió con su ejemplo.

Inmunoterapia antitumoral con CART: un “fármaco” multidisciplinar del propio paciente.

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Dr. Manel Juan.

 

Jefe de Sección de Inmunoterapia. Servicio de Inmunologia. Centro de Diagnóstico Biomédico. Hospital Clínic de Barcelona. Plataforma de inmunoterapia HSJD-HCB, IDIBAPS, UAB, Barcelona

La inmunoterapia antitumoral ha llegado como opción terapéutica para quedarse como elemento central del tratamiento antitumoral. Mientras la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia son los “clásicos puntales” que han permitido que se consiga curar más de la mitad de los cánceres con intervenciones externas centradas en eliminar directamente las células neoplásicas, la inmunoterapia supone un giro copernicano al visualizar el equilibrio de la función inmunitaria respecto al tumor, como una opción interna que busca recuperar o reequilibrar la función antitumoral inherente generalmente eficiente (que nos evita que tengamos muchos tumores durante nuestras vidas) pero que justamente cuando evidenciamos el tumor es porque ha resultado bloqueada o reducida perdiendo esa eficacia. Con la inmunoterapia antitumoral introducimos una nueva manera de enfocar el tratamiento del cáncer que tiene un camino a recorrer muy distinto a los actuales, aunque quizás debemos reescribir algunas de las normas de aplicación para que estas se desarrollen plenamente.

Más allá del uso de fármacos que “mejoran” esta función inmunitaria antitumorales, como los inhibidores de puntos de control (check-point inhibitors) basados en anticuerpos que bloquean los frenos que pone el tumor para evitar la función del sistema inmunitario, una parte importante del futuro de la inmunoterapia llega de manos de la inmunoterapia celular a menudo apoyada con la terapia génica. En el grupo de inmunoterapias celulares antitumorales, más allá de las clásicas vacunas antitumorales especialmente con células dendríticas y del uso de linfocitos infiltrantes de tumor (TILs, siglas derivadas de estos términos en inglés), ha sido la llegada de los linfocitos T con receptores antigénicos quiméricos (CARTs, acrónimo también del inglés) la que puede llevar esta revolución un paso más allá. La terapia CART es también ya una realidad tras la probación por la FDA (Food and Drug Administration en los Estados Unidos) y la EMA (European Medicines Agency) de dos “fármacos” para tratar leucemia linfoblástica aguda y linfoma no-hodgkin de estirpe B. Pero con ellos, nos llegan también un número inesperadamente alto de retos que debemos abordar, empezando por el propio concepto de “fármaco” que lleva intrínseco un montón de condicionantes y limitaciones hasta definir la mejor manera de hacer sostenible para un sistema de salud su aplicación.

En Europa, España está intentando definir nuevos enfoques para estos retos, y en ese sentido “el plan de abordaje de las terapias avanzadas en el sistema nacional de salud: medicamentos CAR” del ministerio de sanidad, consumo y bienestar social puede proporcionar herramientas para desarrollar soluciones que pueden llegar a ser ejemplos para otros países. La valentía de desarrollar estar soluciones para los retos que nos propone la terapia CART de una manera novedosa más allá de los citados condicionantes y limitaciones, puede constituir una oportunidad para abrir nuevas fronteras en estas terapias que nos acercan al futuro. Terapias que se redireccionan hacia el propio paciente como fuente de la solución del cáncer y muchas otras patologías.  

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Entrado el otoño y pasado un verano caluroso y seco que espero haya servido para descansar, iniciamos un nuevo curso. 

En la redacción del Boletín hemos seguido trabajando intentando buscar colaboraciones necesarias que dadas estas fechas y condiciones que se asocian a una  mayor carga de trabajo en los servicios,  los propios y merecidos días de asueto en definitiva  el cambio  generalizado que se da en la dinámica en estas fechas… tenemos que  agradecer con mayor intensidad, si cabe,  a los profesionales que nos han ayudado a reunir para este nuevo Boletín un variado y divulgativo número de Artículos y otras informaciones interesantes.

Si el Boletín tiene futuro este vendrá de la mano de las aportaciones  de los miembros de la Sociedad (SES) que con su experiencia e implicación pueden posibilitar   la oportunidad de que sea un instrumento eficaz que ayude a la actualización en el conocimiento de nuestra disciplina y en definitiva a elevar el nivel científico y cooperativo de la misma.

De momento y como ya se explicó en su presentación se irán publicando números completos para ir validando la propia aplicación pero con  la idea,  para  que sea más ágil en un futuro próximo, de conseguir que se vaya actualizando su contenido según se vayan recibiendo nuevos títulos, escritos, comentarios…

Debemos recordar que La SETS es una Sociedad científica que aglutina disciplinas de marcada responsabilidad social, ética y profesional.

A día de hoy la sangre y sus hemoderivados son productos considerados como estratégicos. Solo la voluntad libre e individual de un colectivo de personas permite que importantes campos de la Medicina actual puedan llevarse a cabo. La responsabilidad de disponer de cantidad y calidad optimas de estos productos y su gestión recae directamente en las autoridades sanitarias y en los profesionales que día a día tienen que hacer frente a dichas necesidades.

Al reto de disponer de cantidad se añade el garantizar la calidad de los mismos, motivo de rigurosa normativa de obligado cumplimiento pero que la realidad nos muestra una gran disparidad en su aplicación entre las  distintas Autonomías del País. Valga como ejemplo las actuaciones tan dispares en cuanto a lograr el autoabastecimiento de hemoderivados de plasma.

La responsabilidad social y ética en cuanto al bien donado de forma altruista nos obliga a mantener una transparencia de gestión intachable. La valoración de las actividades, los resultados obtenidos, los medios utilizados así como la calidad, uso y efectividad de los componentes elaborados deberían de ser periódicamente evaluados y publicados.

En todo este complicado, único y atrayente contexto radican los deberes y atribuciones de al SETS

Queda reiterar el agradecimiento a los compañerxs  que durante este tiempo estival habéis enviado vuestras colaboraciones y animar a nuevas contribuciones que ayuden a reforzar e impulsar la presencia de la SETS en la Sociedad.

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