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Dra. Erkuden Aranburu Urtasun

Un fin de año que se prevé complicado. La COVID-19 no da tregua y su impacto, a todos los niveles: personales, profesionales, económicos…pueden considerarse irrecuperables.

Se ve claro que ya hay un antes y un después en los comportamientos, valores, organizaciones, comunicación…y como no podía ser menos, nuestro ámbito de actuación también se ha visto afectado.

La repercusión en nuestro campo es innegable: La disminución de las donaciones, situación que ya veníamos padeciendo, ha pasado de ser coyuntural y que solucionábamos en muchas ocasiones con el apoyo mutuo, a ser la norma y preocupación de todos los CT/BS.

El aumento de la demanda, sobre todo de Concentrados de plaquetas, de una forma desigual conforme se iban incrementando las actividades clínica y quirúrgica, nos lleva a la conclusión de que hay que modificar el paradigma transfusional actual.

El modelo de trabajo que venimos compartiendo, es decir, los conceptos básicos, procedimientos, normativas, en las que basamos nuestra actividad,  va a ser necesario revisarlo para adaptarnos a los retos que nos depara el futuro, a la vista de la situación actual: Aumento de necesidades, donaciones en claro descenso soportadas por una población envejecida, autosuficiencia de plasma, escasez de hemoderivados plasmáticos, incremento de los costes de producción de CS y hemoderivados, (ir) racionalización de uso, nuevas TIC, nuevos sistemas de distribución (drones…)

La SETS ante este panorama debe reaccionar y lo está haciendo, por un lado, siendo consciente de la realidad, analizada de forma racional y participada y por otro lado impulsando la colaboración y la comunicación fluida entre la Junta directiva, los grupos de trabajo, estimulando la  incorporación de  profesionales de otras disciplinas que aportan conocimientos imprescindibles y , sobre todo, intentando mejorar la participación activa de todxs lxs socixs y colaboradores mediante, entre otras,  la introducción de mejoras en las Herramientas TIC y la reorganización del Boletín.

Sobre este punto es preciso comentar y presentar el nuevo funcionamiento del Boletín.

Desde el pasado mes de junio, la SETS viene trabajando en la estructura del mismo para incrementar su valor e influencia dentro de la misma.

Es por eso que se ha formado un equipo de redacción permanente formado por los siguientes profesionales:

o    Carmen Coello: FEA, especialista en Hematología y Hemoterapia. C.R de Transfusión de Toledo- Guadalajara. Servicio de Transfusión.
o    Angel Giménez: FEA, especialista en Hematología y Hemoterapia. CTT de Valencia-Alicante
o    Jesús Alejo García: FEA, especialista en Hematología y Hemoterapia. CT de Tejidos y Células de Granada
o    Jose Manuel Fernandez Carreira. Unidad de Calidad. Hospital de Jarrio. Coaña. Asturias
o    Iñigo Romón: FEA; especialista en Hematología y Hemoterapia. Servicio de Hematología. Hospital de Valdecilla . Santander
o    Erkuden Aranburu. FEA, especialista en Hematología y Hemoterapia. Banco de Sangre y Tejidos de Navarra

Se han mantenido varias reuniones on-line y como objetivo principal del Boletín se acepta que debe de ser el reflejo de la actividad de la SETS, tanto en su aspecto social como científico

Como reflejo de esta nueva etapa, en este número, agradecemos el esfuerzo realizado por todxs lxs autores que han colaborado para dar vitalidad a este proyecto.

Sería una tarea anecdótica el describir minuciosamente cada uno de dichos trabajos , ya que su lectura los define de manera irreprochable

Es evidente que estamos ante un cambio de ciclo a escala mundial, en el que la incertidumbre es la única respuesta que encontramos ante preguntas acerca de hoy y de mañana.

Desde la SETS os deseamos que estos días de Fiesta de Navidad y Año Nuevo sean de Paz para todxs.

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Estimados socios

Tras el reciente proceso electoral para la elección de la nueva Junta Directiva de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular, la candidatura que hemos presentado fue elegida por los socios para la gestión de la misma en los próximos años. En nombre de toda la Junta, me gustaría expresar mi gratitud a todos vosotros por la confianza depositada en esta nueva andadura de nuestra Sociedad.

Nuestra Junta está formada por diez socios que trabajamos en diferentes áreas de actividad y procedencia geográfica. De esta manera, esperamos representar las inquietudes comunes de todos vosotros. Nos proponemos continuar un trabajo que tiene detrás años de evolución, y además explorar nuevas áreas de actividad y abrir herramientas adicionales de participación. Es un proyecto de equipo que, con la ayuda de todos, confiamos en llevar a buen puerto.

Por otra parte, en este apartado inicial, hemos de mostrar nuestro reconocimiento público a la persona que en los últimos años ha liderado este proyecto, el Dr. J.M. Cárdenas, incansable trabajador, persona dialogante, dotado de buen criterio y con reconocido bagaje científico con el que he labrado una gran amistad. Espero acercarme todo lo posible al listón que ha dejado y, para ello, sé que cuento con un gran equipo.

Son varios los retos a los que nos enfrentamos, algunos antiguos y otros nuevos. Podemos percibir en nuestro medio un entorno cambiante y en los profesionales sanitarios nuevas expectativas y preocupaciones. Hemos de apuntalar logros, renovar ideas y avanzar hacia las nuevas metas.  Intentaremos ser una Sociedad que se abra a los profesionales e instituciones para ofrecer ayuda y colaboración en todos los ámbitos. Para ello nos fijamos unos objetivos globales que no difieren de la línea de la Sociedad de los últimos años como son la mejora y progresión de la hemodonación, la transfusión clínica y la terapia celular mediante la participación de los socios y la calidad basada en la donación no remunerada, la seguridad del paciente y la cobertura global de componentes y hemoderivados.

Partiendo de una reflexión estratégica realizaremos un análisis sistemático de nuestras necesidades, posibilidades y líneas de acción de futuro, de manera ambiciosa, manteniendo nuestros objetivos clásicos, pero sin rechazar ninguna posibilidad.  La planificación es clave para poder cumplir de manera ordenada y en tiempo las demandas actuales y que surjan a corto y medio plazo. Estamos en un mundo en el que muchos temas que se deben abordar han sido atenuados por el peso abrumador de la pandemia, pero pensamos que se deben seguir impulsando con igual fuerza y determinación. Entre ellos destacan la formación de nuestros profesionales sanitarios, la representación de la hemoterapia en las instancias que le correspondan, la incorporación de nuevas generaciones de médicos con el suficiente entusiasmo para la continuación a largo plazo de los proyectos existentes y futuros o el reto de responder al previsible aumento de la demanda de derivados plasmáticos.

Fieles a la esencia de la SETS, creemos que la decidida apuesta por la docencia y la formación continuada debe seguir siendo uno de nuestros principales propósitos. Por supuesto, seguiremos con la inercia de las iniciativas consolidadas añadiendo nuevas, apoyándonos en las posibilidades que las nuevas tecnologías nos ofrecen para, de esta manera, llegar a más socios.

Queremos consolidar las relaciones existentes con el marco administrativo y científico, pero aspiramos a mejorar nuestra representación donde sea posible ya sea teniendo un mayor peso específico o estando presentes donde antes no lo estábamos. El fin de este objetivo no ha de ser la mera representación sino intentar influir en los asuntos que como expertos conocemos, identificando problemas y proponiendo soluciones.

La formación de especialistas dirigidos al mundo de la hemoterapia es un motivo de doble preocupación. Por una parte, tenemos que encontrar la clave para fomentar vocaciones hacia nuestro campo, hacer atractivo nuestro campo científico y laboral hacia nuevas generaciones que se comprometan para continuar y mejorar el magnífico nivel de la hemoterapia española. Por otra, hemos de proponer contenidos modernos y actuales con la duración mínima para el curriculum de formación de los especialistas, que sean aceptados en los niveles correspondientes.

Por supuesto, uno de nuestros importantes objetivos es el correcto suministro de componentes sanguíneos y hemoderivados desde el punto de vista de su calidad y de su cantidad. El fin de la hemoterapia ha de ser el soporte y tratamiento del paciente de manera directa o como consultores científicos de los profesionales relacionados. Estamos en una fase de estabilidad en cuanto a la necesidad de los componentes sanguíneos, pero, no sucede lo mismo con los derivados plasmáticos.Por ello apoyaremos, desde nuestra sociedad, iniciativas enfocadas al incremento de su producción (aumentando extracción y mejorando su obtención) y al uso de los mismos sustentado en criterios científicos contrastados.

Para todo ello nos apoyaremos en las herramientas ya existentes como son los grupos de trabajo, cursos, el boletín, la página web, el programa de acreditación, la elaboración de guías o el congreso anual de la Sociedad, pero también, intentaremos incorporar nuevas herramientas dentro de nuestro contexto como pueden ser la utilización de las redes sociales para dar a conocer nuestro trabajo y conocimiento; el establecimiento de interrelaciones y sinergias con sociedades de profesionales de otros campos con puntos comunes y con sociedades internacionales. Seguiremos potenciando en la medida de lo posible los encuentros virtuales para potenciar la formación y la comunicación de una manera dinámica.

Creemos que son especialmente importantes las relaciones con otras Sociedades Científicas españolas e internacionales con puntos comunes de conocimientos científicos, fomentaremos iniciativas de encuentros para concretar programas y guías que den soluciones a los profesionales.

También y, no menos importante, tenemos la intención de mejorar la comunicación con el socio para que tenga una mayor presencia en la Sociedad y que tenga un conocimiento dinámico de las acciones de la propia Sociedad. En este apartado, las nuevas tecnologías evidentemente serán claves.

Una vez más espero y deseo contar con la colaboración de todos vosotros para poder estar a la altura del reto.

Un saludo

Dr. Luis Larrea González. Presidente de la SETS

 

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Galería de imágenes de la despedida por jubilación del Dr. Manuel Alvarez do Barrio, compañero querido y admirado por todos los miembros de la SETS y referente en el área de enfermedades transmisibles. Durante años ha liderado este grupo en la SETS y ha contribuido con su constante y sistemática labor a recoger y analizar datos sobre la incidencia, prevalencia de marcadores y riesgo residual asociado a la transfusión. 

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CARTA DE LA COORDINADORA: LA DONACIÓN DE SANGRE EN LA SINDEMIA: COVID-19
Dra. Erkuden Aranburu

Avanzando en el análisis de la situación actual ocasionada por la aparición del virus SARS-CoV-2 el pasado diciembre en la provincia China de Wuhan y la posterior declaración de la OMS de pandemia COVID_29 en marzo, creo muy interesante y acertado la lectura y reflexión de la editorial del Lancet, publicada en septiembre y escrita por Richard Norton.

Cuando el mundo ya se aproxima al millón de muertos de COVID-19 es una realidad que estamos muy lejos de conseguir manejar el brote de este nuevo coronavirus. Todas las intervenciones se han dirigido a limitar la transmisión del virus controlando la expansión del patógeno. Pero lo que hemos aprendido hasta ahora nos dice que la historia no es tan simple.
Explica cómo están interactuando dos enfermedades: el síndrome respiratorio agudo severo que ocasiona el coronavirus 2 y un amplio espectro de enfermedades no comunicables.
La suma de estas enfermedades en este entorno de grandes diferencias sociales y económicas aumenta los efectos de cada enfermedad por separado.
COVID-19 no es una pandemia. Es una sindemia. La naturaleza sindémica de la amenaza a la que nos enfrentamos nos exige una postura equilibrada si queremos proteger la salud de nuestras comunidades-.
La noción de sindemia fue concebida en los años 1990 por el antropólogo americano Merril Singer. En 2017 junto con Emily Mendenhall y colegas argumentó que una sindemia pone al descubierto las interacciones sociales y biológicas que son importantes para el pronóstico, el tratamiento y la política de Salud.

El artículo continúa, pero es en este contexto donde haciendo mío el concepto de sindemia veo que el esfuerzo de los Bancos de Sangre para conseguir componentes sanguíneos y hemoderivados, fundamentalmente estos por su escasez, alto precio y aumento constante de la demanda, debe de intensificarse para no dejar desatendidos a los millones de pacientes que nos necesitan.

Es una realidad que las donaciones han disminuido con mayor o menor intensidad en todos los países y en todas las comunidades, pero a pesar de que muchas intervenciones y otras actuaciones que precisan soporte hemoterapico se han aplazado por esta nueva era COVID, las necesidades de los enfermos con patologías graves, que alcanzan en algunos casos el 40-50 % de consumo de nuestros productos, continúan y la posibilidad de fallecer se ha incrementado por tres en esta población de riesgo.

Hay que insistir en que las medidas de seguridad y control que se han adoptado en los CT/BS de nuestro país son las requeridas y sometidas a los cambios pertinentes conforme se va teniendo alguna evidencia acerca del comportamiento de esta sindemia.

En este sentido remarcar que: Hasta la fecha no se ha detectado ningún caso de COVID-19 transmitida por transfusión (Hemovigilancia), que no hay evidencia que indique que este coronavirus pueda transmitirse a través de una transfusión sanguínea (Investigación) y que las medidas de prevención dirigidas al personal, a los donantes y a mantener la seguridad de la sangre y de los CS son óptimas.
A las conocidas medidas de protección de donantes /personal, cita previa, información específica si síntomas, movilidad de colectas…. Se añaden las aplicadas a las sangre y CS: reducción de patógenos en plaquetas y plasma, que eliminan un amplio espectro viral, incluido el SARS-CoV-2, cuarentena de CH (14 días antes de distribuir) e incidir en que la Hemovigilancia en este escenario juega un papel fundamental insistiendo en la notificación de infección por parte del donante para poder comunicar al receptor si realizó una donación antes de la aparición de los síntomas y vigilar su evolución.
El confinamiento, la limitación de la movilidad, el número exacerbado de casos positivos y la abrumadora “información” ahora conocida con el neologismo de Infodemia que hace referencia a un exceso de información acerca de un tema, mucha de la cual son bulos o rumores que dificultan que las personas encuentren fuentes y orientación fiables cuando lo necesiten, ha hecho y está haciendo que muchos donantes no acudan por simple y vulgar “miedo”. Para revertir esta situación es imprescindible que se impliquen las autoridades para enviar mensajes positivos entorno a la donación: su necesidad y su seguridad.

En este contexto es de agradecer el trabajo multicéntrico ORCETRASA, coordinado por Josefa D. Martín Santana acerca de las causas que conducen a una persona a no donar y que nos aporta lecciones muy interesantes.

Este número incluye una felicitación calurosa y merecida a nuestro compañero y amigo Miquel Lozano por su reciente nombramiento como Editor Jefe de la prestigiosa revista “Vox Sanguinis” de lectura, me atrevería a insinuar, casi obligatoria para los profesionales que trabajamos en el campo de la donación y la transfusión.

El equipo de la Dra. Lopez Soques nos envía un trabajo meticuloso y demostrativo de que la Hemovigilancia tiene mucho que aportar. Hay que detectar los errores, analizar las causas y poner los medios para que nos e vuelven a repetir. Lo que es de tanta importancia a nivel local tiene mucha mayor trascendencia cuando la suma de las comunicaciones ayuda a tomar decisiones de mayor calado.

Por otra parte, el Dr. Eduardo Muñiz-Diaz actualiza la situación de los CH de fenotipos raros que vine ayudando de forma incontestable a la mejora de la práctica transfusional

Una última referencia a las recomendaciones de la OMS para establecer programas de plasmaferesis con el objetivo de conseguir el auto abastecimiento de PDMP (Plasma Derived Medical Products). En este sentido estas son los datos que maneja.

“Solo 55 de los 171 países que han respondido a la encuesta producen Productos derivados del plasma (PDMP) por medio del fraccionamiento realizado al plasma recolectado en su país. 90 países importan todo los PDMP, 16 países no emplean estos productos y 10 no responden
Es responsabilidad de los Gobiernos asegurar un depósito de PDMP suficiente y equitativo, especialmente Inmunoglobulinas y factores de coagulación para prevenir y tratar una gran variedad de enfermedades graves en todo el mundo” World Health Assembly resolution WHA63.12

Dr. ALBERTO ZUBIZARRETA, In memoriam.

Poco a poco nos van dejando los que nos han traído hasta aquí, a quienes debemos en cierta medida lo que somos. Es justo que les recordemos y agradezcamos su trabajo. Ha fallecido a los 86 años el Dr. Alberto Zubizarreta Ypiña, fundador del Servicio de Hematología y del Banco de Sangre del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. Pocos lectores de este obituario no sabrán de quién hablamos, dado que Alberto o “el Zubi”, tenía aversión a dejarse ver en los eventos de la profesión.

Vizcaíno de Arratia, bilbaíno por naturaleza, estudió medicina en Valladolid y se formó como hematólogo en Zaragoza. Junto con Raichs, Rozman, etc. fue parte de la generación que habría de sacar la sanidad pública española del marasmo en que se hallaba tras la postguerra.

En 1969 llegó a Santander como Jefe de Servicio tras pasar una oposición con pruebas prácticas de laboratorio, como le gustaba recordar. Pronto se puso manos a la obra para formar un Servicio de Hematología puntero, que abarcara desde el diagnóstico al tratamiento al más alto nivel para los pacientes que llegaban a Valdecilla de toda España. Se rodeó de un equipo de profesionales jóvenes, preparados y ambiciosos, con un número sorprendentemente elevado de mujeres. En pocos años crearon un laboratorio de hematología integral y realizaron trasplantes de médula.

En el campo de la trasfusión hubo que empezar desde cero. La poca sangre disponible provenía de donantes dirigidos o de bancos de sangre privados con donantes pagados. Lo más que hizo el Ministerio fue crear las Hermandades de Donantes. Don Alberto dedicó infinitas horas, junto con su inseparable Javier Gandarillas, secretario de la Hermandad de Donantes, a recorrer la geografía de Cantabria, con las carreteras de entonces, para convencer a la gente para que donara sangre de forma altruista, e implicar en cada pueblo a un delegado local que ayudara a organizar la donación. Se fundó un Banco de Sangre que supliera las necesidades de sangre de Valdecilla. El entusiasmo y el tesón pronto dieron sus frutos: en cinco años pasaron de 170 a 5000 donaciones, se fraccionaba y se producían plaquetas, pronto se donaba mediante aféresis, se hacía aféresis terapéutica y se daba el soporte de Histocompatibilidad del programa de trasplante, incluido el órgano sólido. En los años 90 con la reforma legislativa, se disgregó el Banco de Sangre y Tejidos, con una importante actividad ya consolidada, que posteriormente llegaría a los máximos niveles de calidad y solvencia. Podemos decir sin equivocarnos, que gracias “al Zubi”, a Cantabria nunca le ha faltado sangre.

Sobre todo, el Dr. Zubizarreta ejercía el liderazgo, dejando hacer, apoyando a cualquier miembro de su equipo que quisiera innovar. Nunca acaparó protagonismo, dado que una de sus grandes virtudes era saber de quién se rodeaba y fiarse de su gente. Sólo exigía “no ser un malaleche”. Insistió siempre en la concordia entre todo el equipo, y eran memorables las comidas y cenas que organizaba en lugares variopintos. Entendía la importancia de que los médicos supieran idiomas, y les daba clases de inglés. Hombre profundamente religioso, tocaba el órgano en la Catedral de Santander, y dedicó muchas horas al voluntariado con los sintecho. Era, en el mejor sentido de la palabra, un hombre bueno.

Evidentemente, no todo salió como era de desear. El intento de fraccionar factor VIII fracasó por falta de apoyo económico y de coordinación sanitaria, con los equipos ya comprados. La crisis de los 80 congeló el desarrollo del banco de sangre. Llevó mal la separación del Banco de Sangre y Tejidos, dado que no le convencía que su Servicio se disociara. 

Muchos de los avances que en el campo de la Hematología gozan los pacientes de Cantabria y de otros lugares de España son sin duda frutos de la semilla plantada por el Dr. Zubizarreta mediante sus alumnos. Dice Calderón que los vizcaínos son “cortos en palabras, largos en hechos”. Sin duda, Don Alberto Zubizarreta era uno de esos. Hagámosle el mejor homenaje: continuar su obra. Descanse en paz.